Primero Britney Spears, Lindsay Lohan y Vanessa Hudgens sufrieron el precio de la fama. Ahora le tocó el mal momento a Demi Lovato, que se suma a la lista de artistas juveniles que cayeron a la “Maldición Disney”.
“Hay un montón de presiones. Es una de las cosas que me preocupaba cuando firmó con Disney”, sostuvo el padre de Demi Patrick Lovato, que responsabilizó los problemas de Demi a las exigencias del mundo de Hollywood.
Demi Lovato es una chica Disney de padres separados y tuvo una adolescencia marcada por el acoso escolar, sus trastornos de alimentación y la autolesión, quizá las exigencias de estar siempre sonriente para el público deDisney dejaron que estos sentimientos crezcas en silencio hasta hacerla estallar en una crisis emocional.
Sin embargo, no es el primer caso del “precio de la fama”, o la “Maldición Disney”, como lo califican los diarios norteamericanos, la recordada princesa del pop Britney Spears, terminó en una casa de salud mental por no saber controlar su popularidad, y ahora depende legal y financieramente de su padre. O el caso de Lindsay Lohan, quien también fue una chica Disney en su momento, y luego desvió su rumbo hacia el alcohol, las drogas y los escándalos.
Y un caso contrario, pero también producto de la “Maldición Disney” fue el de Vanessa Hudgens, que como la estrella de High School Musical unos desadaptados filtraron sus fotos al desnudo en Internet haciéndole pasar uno de las peores experiencias de su vida.
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